serie NOVA TERRA nº 49
        
 159 cia de las fuentes isotópicas y una aproxima- ción a la paleogeograϐía original de las unida- des tectonoestratigráϐicas del Macizo Ibérico. Los datos isotópicos Sm-Nd proporcionan una buena estimación de la participación relativa de material juvenil y de material cortical an- tiguo desde las áreas fuente, lo que permite inferir la posible ubicación de las paleocuen- cas sedimentarias generadas durante la tran- sición Ediacarense-Cámbrico. De manera general, las series ediacarenses estudiadas presentan valores de [ Ndi muy negativos y valores muy antiguos de T DM , lo que indica que estas rocas siliciclásticas con- tienen una proporción mayoritaria de ma- teriales corticales procedentes de una zona cratónica continental adyacente (Fig. 11.3 y 11.7). Sin embargo, de acuerdo con su compo- sición química se deduce que estas series es- tuvieron inϐluenciadas también por el margen convergente Cadomiense y el arco volcánico peri-Gondwánico construido sobre el mar- gen continental más externo. No obstante, las fuentes isotópicas dominantes son de origen continental antiguo y avalan la localización de las cuencas en posiciones más proximales al dominio puramente continental (Fig. 11.8). Los valores observados de las edades modelo para las series ediacarenses, siempre tenien- do en cuenta que representan la mezcla de diferentes aportes sedimentarios y por tanto de diferentes momentos de extracción de sis- tema Sm-Nd de un manto empobrecido, son coherentes con una procedencia durante el Neoproterozoico desde las zonas cratónicas existentes en el actual margen N de África. Las T DM son compatibles con la información proporcionada por la geocronología U-Pb de poblaciones de circones detríticos ( Fernán- dez-Suárez et al., 2003; Ugidos et al., 2003; Díez Fernández et al., 2010; y 2014; Pereira et al., 2012; Albert et al., 2015a; Orejana et al., 2015 ). En conjunto, estos datos parecen indicar que las cuencas ediacarenses se generaron en do- minios próximos al Cratón del Oeste de Áfri- ca, ocupando posiciones laterales relativas a lo largo del margen de Gondwana. Esta inter- pretación viene a conϐirmar algunos modelos paleogeográϐicos presentados recientemen- te ( Díez Fernández et al., 2010; Albert et al., 2015a ). Por el contrario, las fuentes isotópicas de las secuencias metagrauváquicas culminan- tes de las Unidades Superiores del Complejo de Órdenes, depositadas durante el Cámbri- co Medio, conϐirman la fuerte implicación del arco volcánico Cadomiense en sus aportes detríticos. La Fig. 11.9 indica que estas grau- vacas se proyectan dentro de los campos co- rrespondientes a las rocas de arco asociadas a márgenes activos ( McLennan et al., 1993 ). Estos aportes, eminentemente juveniles, con- ϐieren a estas grauvacas unos valores de [ Ndi positivos y edades modelo T DM jóvenes, lo que sugiere que la cuenca sedimentaria original tuvo una localización muy próxima al foco principal de actividad volcánica (Fig. 11.7 y 11.8). No puede descartarse incluso que esta cuenca ocupase una posición intra-arco. Esta cercanía ya se había deducido a partir de las características geoquímicas de las metagrau- vacas, y tomando en consideración la coinci- dencia, dentro del margen de error, entre la edad máxima de sedimentación de esta se- rie ( Fernández-Suárez et al., 2003 ) y la edad del magmatismo ( Abati et al., 1999; Fernán- dez-Suárez et al., 2007 ). También resulta coe- táneo el emplazamiento de una red de diques doleríticos. La erosión activa en el arco volcá- nico, probablemente ya en una etapa ϐinal de actividad, proporcionaría una fuente de mate- riales mayoritariamente juveniles, que junto con los aportes menores de otros materiales con fuentes isotópicas más antiguas darían lugar a los valores de T DM mesoproterozoicos y neoproterozoicos (720-1215 Ma) obtenidos en estas metagrauvacas. Para interpretar el anterior rango de T DM , hay que tener en cuen-
        
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